Para empezar es necesario conocer que la sal marina y la sal común de mesa surgen del mismo principio, qué es el agua de mar; luego tomandos caminos distintos la sal de mesa sufre un proceso industrial; La sal marina se evapora usando la energía solar para dejar un contenido al que le hemos llamado sal.
LA REFINACIÓN DE LA SAL COMÚN.
La industria ha desarrollado complejos y costosos procedimientos de limpieza y purificación de la sal, pero este proceso se desarrolla porque fue descubriendo el gran valor industrial del componente básico de la sal: el cloruro de sodio (ó cloruro sódico) en el desarrollo de los productos de síntesis química.
Una vez liberado de “impurezas” con un proceso industrial (y por tanto desbalanceado el equilibrio iónico que le confieren los restantes 82 elementos de la sal marina), el cloruro de sodio (que es la sal común) es el reactivo perfecto y económico para la industria química y para sus intereses económicos; por esta razón se perfeccionó la técnica de refinación y limpieza de la Sal Común de mesa, a fin de conseguir la máxima pureza en la producción de cloruro sódico; Esto nos indica que la industria química consciente e intencionalmente, elimina los micro-nutrientes y los minerales de la sal, todo con el afán de obtener un producto apropiado para sus intereses, en este caso el cloruro sódico.
Esta sustancia (cloruro sódico) se convirtió en un elemento imprescindible de la industria química, sobre todo para la producción de plásticos, aceites minerales, desmoldantes, etc. También la industria alimentaria la incorporó en su gama de aditivos preservantes, como inhibidor de procesos de descomposición: un ejemplo es el yogurt, que contiene cloruro de sodio, no como saborizante sino como conservante.

La Dra. Sherry Rogers aporta otra pista sobre el porqué de la refinación de la sal, en su libro “La cura se encuentra en la cocina”: “La sal de mesa común que ha invadido el mercado de Estados Unidos en los últimos 50 años, , la sal de mesa pasa por temperaturas de 670ºC, lo cual altera definitivamente su natural estructura cristalina y volatiliza todos sus minerales. Por estas razones se refina exhaustiva y prolijamente la sal en el mundo moderno.
Una sola cifra nos permite comprender mejor esta realidad: el 93% de la sal que se refina en el planeta está destinada a fines industriales no alimentarios, un 4% es utilizado por la industria alimentaria como conservante; apenas el minoritario 3% restante se destina al uso como sal de mesa.