Los alimentos aportan al cuerpo humano los nutrientes necesarios para su funcionamiento y el organismo los transforma en energía utilizando múltiples sustancias indispensables para la formación de sus tejidos y la recuperación de su desgaste metabólico. Estas sustancias indispensables son llamadas nutrientes. Entre los nutrientes más importantes se encuentran las proteínas, ciertas grasas (mono y poliinsaturadas), hidratos de carbono, minerales y vitaminas. Uno de esos minerales, es el yodo, un importante micronutrimento que ayuda a:
- Regular el funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso.
- Regular los procesos energéticos de las células del cuerpo.
- Estar alerta.
- Tener una adecuada coordinación motriz, entre muchas otras actividades.
- Desarrollar saludablemente el cerebro del feto y el niño pequeño.
- Regular la formación de hormonas tiroideas (las cuales regulan la mayoría de las reacciones metabólicas del cuerpo).
La carencia del yodo perjudica la salud de las mujeres, hombres y niños, así como, la productividad económica y la calidad de vida. Por otro lado, cuando existe deficiencia de yodo, los lóbulos de la glándula tiroides aumentan su tamaño; este fenómeno es conocido como “bocio” y es una de las manifestaciones más visibles de la falta de yodo, también las señales nerviosas del cerebro pueden ser afectadas teniendo como efecto diversos problemas consecuentes al hipotiroidismo.
La mayor parte de las personas necesitan una fuente adicional de yodo, pues este elemento se encuentra en cantidades relativamente pequeñas en los alimentos. Es por eso, que muchos países recomiendan la yodación de la sal, debido a que es un alimento utilizado frecuentemente en la alimentación humana, económicamente accesible a la población y además, es el vehículo más favorable para la absorción del yodo.
La yodación es el proceso de enriquecimiento con yodo de la sal para consumo humano y es una estrategia eficaz para aumentar la ingesta de este nutrimento.
Por las razones anteriores, la sal yodada es un alimento enriquecido muy benéfico para la salud, es adecuada para mantener una ingesta efectiva de yodo y no resulta contradictorio a la indicación de los profesionales de salud de no abusar del consumo de sal, ya que, la cantidad recomendada (2000 mg de sodio al día) otorga el yodo suficiente para el buen funcionamiento del cuerpo humano.
Por otro lado, la sal que no está enriquecida con yodo se recomienda a personas que tengan algún problema de hipertiroidismo o alguna razón patológica o indicación médica de disminuir su ingesta de yodo, por ejemplo: el hipertiroidismo, es una enfermedad en la cual las hormonas tiroideas trabajan en exceso, si una persona con esta enfermedad le otorga grandes cantidades de yodo a su organismo, las glándulas tiroideas trabajarán mucho, provocando efectos adversos en el organismo.
En términos generales, si eres una persona saludable y no tienes alguna enfermedad que restrinja el consumo de yodo, la sal yodada es una excelente opción para aportar a tu organismo este mineral.
No te preocupes de consumirla, siempre y cuando sea de acuerdo a la cantidad que recomiendan los profesionales de la salud.